Richard Tarnas (1991)."La pasión de la mente occidental". Gerona: Ediciones Atalanta. 702 páginas. Traducción del inglés por Marco Aurelio Galmarini.
Richard Tarnas, el autor, es astrólogo, historiador de la cultura, y profesor de psicología y filosofía en el California Institute of Integral Studies (CIIS) de San Francisco, y en el Pacífica Graduate Institute de Santa Barbara. Graduado cum laude por la Universidad de Harvard en Historia de la cultura y Psicología en 1972, se doctoró en 1976 en el Instituto Saybrook. Ha escrito toda una serie de libros y artículos, entre los que destacan el libro sobre el que trata esta reseña, y el libro "Cosmos y Psique. Indicios para una nueva visión del mundo"(2006).
En esta obra, el autor nos ofrece un viaje a través de las grandes líneas de pensamiento que han moldeado la cosmovisión de Occidente a lo largo de la historia, desde los antiguos griegos, hasta nuestros días, y pasando por la Grecia clásica, el helenismo, la Roma imperial, el judaísmo y el surgimiento del cristianismo, la Iglesia Católica y la Edad Media, el Renacimiento, la Reforma, la Revolución Científica, la Ilustración y el Romanticismo. Es una exposición de la evolución histórica de la mente occidental y de su cambiante concepción de la realidad.
Aunque en el libro se habla específicamente de astrología en unas cuantas páginas (recordemos que Tarnas es astrólogo), no es mucho comparado con la extensión total de la obra. Pero es una historia del pensamiento occidental que reconoce el valor y el papel que han tenido y tienen en esa historia las corrientes más ligadas al mundo del mito, la religión y la imaginación.
En el desarrollo de la exposición se sigue un orden más o menos cronológico. En unos temas se profundiza más que en otros, pero nunca mucho. Por eso algunos críticos de esta obra la ven como una introducción a las grandes líneas de pensamiento de Occidente.
La tesis de Tarnas es que la historia del pensamiento occidental, desde el principio hasta el final, se ha tratado de un fenómeno abrumadoramente masculino. Tanto por haber sido producida por hombres — Sócrates, Platón, Aristóteles, Pablo, Agustín, Tomás de Aquino, Lutero, Copérnico, Galileo, Bacon, Descartes, Newton, Locke, Hume, Kant, Darwin, Marx, Nietzsche, Freud, etc. — como por haberse inspirado predominantemente en perspectivas masculinas. La evolución de la mentalidad occidental ha sido siempre impelida por un impulso heroico a forjar una identidad humana racional y autónoma, separándola de su unidad primordial con la naturaleza. En la religión patriarcal a partir del judaísmo, en la filosofía racionalista a partir de Grecia, y en la ciencia objetivista a partir de la Europa moderna, vemos esa decisiva masculinidad. En ese proceso se reprimió lo femenino — negación judeocristiana de la Gran Diosa Madre, exaltación en la Ilustración del frío yo racional, consciente de sí y escindido de una naturaleza exterior desencantada, represión de la conciencia unitaria indiferenciada (represión de la paticipation mystique con la naturaleza), progresiva negación del anima mundi (del alma del mundo), negación de la comunidad del ser, de lo omnipresente, del misterio y la ambigüedad, de la imaginación, la emoción, el instinto, el cuerpo y la naturaleza.
Pero toda esta separación entraña, según el autor del libro, un anhelo de reunión con lo que se ha perdido. El tremendo surgimiento actual de lo femenino en nuestra cultura puede indicar que se está produciendo un cambio histórico. Quizás, como profetizó Jung, se esté dando una reconciliación entre las dos grandes polaridades, una unión de opuestos: un hierosgamos (matrimonio sagrado) entre lo masculino, dominante durante mucho tiempo, pero ahora alienado, y lo femenino, reprimido durante mucho tiempo, pero ahora en ascenso. Este ascenso se ve en el auge actual del feminismo y en el creciente poder de las mujeres; en la creciente conciencia ecológica; en la urgencia por volver a tomar contacto con el cuerpo, las emociones, el inconsciente, la imaginación, la intuición; en la apreciación cada vez mayor de las perspectivas culturales indígenas y arcaicas; en la recuperación arqueológica de la tradición de la Diosa; en el interés en la perspectiva mitológica, en las disciplinas esotéricas, en el misticismo oriental, el chamanismo, la psicología arquetipal y transpersonal; en las teorías científicas del universo holonómico, campos morfogenéticos, estructuras disipativas, teoría del caos, universo participativo, etc., etc., etc.
A mí el libro me ha gustado. Ofrece muchísimas claves para entender y conocer cuáles son las raíces filosóficas, religiosas, sociales y psicológicas de nuestra cultura. Es importante saber de dónde venimos. La psique, la conciencia y la mente del hombre moderno occidental tienen una historia, historia que narra magistralmente Richard Tarnas en esta obra.
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